Las encuestas fueron realizadas en el marco de los relevamientos y evaluaciones que desarrolla la Defensoría a través de su Sistema Integral de Monitoreo de Derechos (SIMD), con el objetivo de revisar y proponer acciones de relevancia desde las políticas públicas a fin de afrontar el escenario social de regreso a la presencialidad y pospandemia.

La primera de las actividades estuvo dirigida a los adultos, para conocer la situación, hábitos y percepciones de ellos sobre los niños, con quienes conviven en sus hogares.

“El foco de la indagación estuvo centrado en una aproximación a sus emociones, sus relaciones en materia educativa, y aspectos que desde el sistema de monitoreo y las áreas de promoción de derechos de la DDNA se vienen trabajando previamente con los/as adolescentes a través de diferentes propuestas, tales como consumo (específicamente alcohol), vínculos con sus pares y convivencia familiar”, indicaron desde la entidad.Los resultados de este informe realizado por la Defensoría se vinculó con otras instancias de recolección de información, “a los fines de darle mayor densidad y contexto a lo producido, de modo tal que permita debatir no sólo las necesidades de hoy de los niños, sino también la construcción de lo que se nos presenta como una ‘nueva normalidad’, diseñada desde una perspectiva de derechos”, detalla el trabajo presentado el día de ayer.

En total fueron relevados 1.415 casos (con 1.213 casos efectivos y se retiraron encuestas inconsistentes), a partir de 19 preguntas que se enviaron en mayo de manera online. Entre los objetivos, de acuerdo a lo que señaló la Defensoría, se encontraba: evaluar el impacto que el aislamiento social preventivo y obligatorio ha provocado en los hábitos y en la vida cotidiana de niñas, niños y adolescentes; y revisar y proponer acciones de relevancia desde las políticas públicas a fin de afrontar el escenario social pos-pandemia.

 

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Los resultados fueron presentados de acuerdo a diferentes características, como con quiénes están pasando la cuarentena los adolescentes, y la gran mayoría (68%) aseguró pasarla con los dos padres, mientras que el 25,6% indicó que está sólo con uno de sus progenitores. “Del grupo que pasa la cuarentena con un solo progenitor, el 87,5 % la pasa con la madre, es decir un 22% del total de la muestra”, señalaron.

 

Comentaron, en tanto, que casi la totalidad (79%) cuenta con alguien que los ayude a realizar las tareas escolares, más en los casos en los que viven con ambos padres, cuando el porcentaje sube al 84%. En relación con los conocimientos que tienen sobre la pandemia, casi la mitad asegura que le gustaría que les expliquen más. “Un 19% se mostró indiferente en torno a recibir o no información sobre la pandemia”, completaron los coordinadores de los relevamientos.

 

 

En soledad

Entre los datos que más preocuparon del relevamiento se encuentra el alto porcentaje de jóvenes que se siente solo durante la pandemia. El 26% del total de los adolescentes encuestados afirmó que estaban en soledad, mientras que el 13,8 % respondió que “no sabía” si se sentía solo/a o no. Del total, el 21% de los adolescentes afirmó sentirse solo, frente al 28% de las adolescentes. Además, el que mostró mayor porcentaje fue el de los chicos de entre 16 y 18 años.

 

Esta sensación de soledad se analizó también con las emociones de los jóvenes en contexto de cuarentena. “La pregunta permitía la inclusión de más de una opción, y aunque en forma simple la percepción más elegida fue ‘igual que siempre’ (42%), al analizar bloque de alternativas de angustia, depresión y miedo, las tres emociones suman un 82% de adhesión”, dice el informe, que agrega: “Adolescentes que se están sintiendo solos: en este grupo hay una notable diferencia en el porcentaje que afirma sentirse deprimido (61%) y angustiado (50%), en relación con el 15% y 26% de los adolescentes que afirmaron no sentirse solos”.

 

 

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Sobre el consumo de alcohol durante la cuarentena, si bien ha disminuido en un contexto de aislamiento social, se mantienen los datos de crecimiento para aquellos jóvenes que se sienten en soledad. “El consumo de alcohol en adolescentes descendió durante la cuarentena casi a la mitad: antes de la cuarentena el 50,9 % afirmó que tomaba alcohol semanalmente, de ellos 1 y 2 veces (42%); de 3 a 4 veces (6%) y 5 o más veces (2,6%)”, indicaron y señalaron que durante la cuarentena los porcentajes se redujeron drásticamente, “ya que sólo consumieron un 23,1%: 1 a 2 veces (19,8%); 3 y 4 el (2,6%) y 5 o más veces (0,7%)”.

Además, el consumo se realizaba mayormente con sus amigos, y muy pocos lo hacían con sus padres, aunque tomaron menos alcohol, hubo cambios en los patrones de consumo: “Se duplicó el porcentaje de adolescentes que afirman consumir alcohol con sus padres (del 7 al 15%), y disminuyó el consumo con amigos/as del 55% al 6%”. En tanto, quienes consumen en soledad pasan del 4% a ser el 11% (es decir casi el triple que antes de la cuarentena).

 

“Los adolescentes que se sienten solos reportaron dos veces más consumo con sus padres y una vez y media más consumo en soledad. El consumo antes de la cuarentena en adolescentes que afirmaron estar sintiéndose solos es mayor que el del grupo de quienes reportan que no se están sintiendo solos. Durante la cuarentena, se mantiene el patrón de que el consumo es mayor en todas sus categorías en el grupo de adolescentes que se sienten solos”, precisaron desde Defensoría en su informe.

 

Vínculos

El último segmento de las encuestas está relacionado a los vínculos entre los adolescentes y sus familias y amigos. “Casi la totalidad de los adolescentes encuestados afirmó que se había vinculado con sus amigos en la última semana, siendo el medio más utilizado para comunicarse WhatsApp, seguido de videollamadas (independientemente de la plataforma) y el Instagram”, subraya el relevamiento y asegura que “el 65% de los adolescentes afirmó que sigue ‘igual que siempre’, el 25% afirmó que está menos comunicado y el 11% que perdió amigos”.

Esta falta de comunicación y reducción en sus grupos de amigos se suma a que el 55% de los jóvenes reportó al menos un problema con relación a su grupo, “menor comunicación, más hostilidad o una reducción de su número de amigos, siendo este porcentaje el doble que en el caso de adolescentes que no se están sintiendo solos”.

Sobre las familias, en tanto, “la mayoría de los adolescentes los definió con opciones positivas: un 47% afirmó que estaban tranquilos y acompañándose, y un 35% aseveró que se fortalecieron los lazos familiares. Un 28% no sintió cambios. Sin embargo, el 26,22% eligió opciones referidas a gritos u hostilidad”. Y concluye el informe: “Las opciones ligadas a más gritos y más hostilidad que de costumbre aumentan en el grupo de adolescentes que se están sintiendo solos, mientras que las opciones positivas en relación con la familia predominan en el segundo grupo. Esto permite establecer una correlación positiva entre problemas en la relación familiar y el sentimiento de soledad de los adolescentes”.