Una persona perdió la vida en Florida por las feroces condiciones del huracán Irma, aún antes de que la tormenta toque tierra, en un accidente vehicular cuando intentaba evacuar la zona de los Cayos, según confirmó la policía tras poder llegar hasta el lugar del hecho.

La camioneta impactó de costado con un árbol, justo por la puerta del conductor, acabando en instantes con la vida del ocupante del coche, quien perdió el control del vehículo por los vientos cuando trasladaba un generador eléctrico, según reportó ABC.

El hecho ocurrió en la autopista 1 cerca a Marathon, la segunda ciudad más grande de la zona, después de Key West.

La víctima, cuya identidad aún no trasciende, se suma a los 25 fallecidos que causó Irma en su paso por el Caribe: 10 en la parte francesa y dos en la holandesa de San Martín, cuatro en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, seis en las Islas Vírgenes Británicas y el Archipiélago de Anguila, dos en Puerto Rico y uno en Barbuda.

El sheriff confirmó el fallecimiento e indicó que se trata un hombre. Además, informó que la policía y los funcionarios recibieron la orden de no circulación y están disuadiendo a las personas que se encuentran en los refugios a no salir a las calles.

El alguacil del condado de Monroe, Rick Ramsay, dijo en un comunicado que tuvieron que esperar a que amainaran un poco los vientos para poder recuperar el cadáver.

Según medios locales, otras dos personas murieron en la mañana del domingo en un accidente en el condado de Hardee, a 100 kilómetros al interior de Florida a la altura de la ciudad costera de Sarasota, debido a las fuertes lluvias que produce el huracán. La Patrulla de Carreteras indicó que se trató de un choque frontal cuando las condiciones meteorológicas comenzaban a deteriorarse debido al huracán, aunque señalaron que todavía tienen que investigar lo sucedido.

Por otra parte, un hombre de 57 años perdió la vida el sábado en Florida al caer de una escalera cuando instalaba tablas de madera para proteger su vivienda antes de la llegada del huracán.

Más de 54.000 residentes encontraron refugio en uno de los 320 albergues abiertos en el estado, según el gobernador Rick Scott, quien llamó a la movilización. «Necesitamos 1.000 enfermeras voluntarias para ayudar en los refugios».