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RÍO TERCERO / POLÍTICA / Con la vertiginosa designación por voto popular a Diputada Nacional por parte de Gabriela Brouwer de Koning, el Concejo Deliberante tendrá modificaciones a partir 9 de diciembre, último día que la edil radical tendrá en funciones legislativas locales. Su lugar la ocupará la ex deportista de élite, profesora de Educación Física, Adriana Linares.
La ahora concejal prontamente Adriana Linares (61) es ex docente y goza de su jubilación y es directora de un gimnasio particular. En la redacción del Ojo Web la «nueva política» habló de su ingreso al Concejo Deliberante al bloque radical; «Si bien sabía que seguía en la lista por si a alguno de los concejales le pasaba algo de mi bloque, pero la verdad que lo miraba de reojo al tema, pero cuando se fueron aproximando las elecciones me empecé a dar cuenta que podía ser posible».
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- ¿Había estado en la vida política anteriormente? No, creo que hacemos política siempre y en el caso este, como educadora, también.
El despertar político me lo hizo Maria Luisa. No quiero pecar de soberbia, sin embargo, había tenido muchas propuestas en el ámbito deportivo.
Lo mío es a través de Maria Luisa y va más allá. Si bien tuve muchas oportunidades de irme de la ciudad, siempre elegí a Río Tercero y siempre estuve bastante comprometida con esta ciudad, que la quiero. En realidad yo llego a través de Silvia Italiani que era la directora de mi escuela, trabajamos juntas muchísimos años. Cuando empece a dialogar con María Luisa (Luconi) me pareció que su propuesta y lo grupal era lo mío.
- ¿Usted es de familia radical? Mi papá, yo sin saberlo, me afilió al radicalismo. Hoy diría que soy un poco de todo.
- ¿Le genera cierta incertidumbre este nuevo trabajo público? Es una sorpresa ser concejal. Vengo, de siempre, de conformar equipos. Creo en la fortaleza que vamos a tener en este momento.
No he analizado mis debilidades políticamente. Lo que si pido mucho, es esta cosa de mantener y no dejarme apabullar por todo lo que puede implicar estar en un cargo como este, ese podría ser mi miedo.
La gente que me rodea me apoyan y me manifiestan que no me van a dejar. Después cada vez que yo tome una decisión, va a ser porque estoy convencida de eso. No sé si podría seguir: si digo que “si” a algo que no estoy de acuerdo.
Continuará…
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