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ALMAFUERTE / POLÍTICA / Las historias de los pueblos y/o ciudades están sujetas a las decisiones de sus gobernantes. En el caso de la ciudad de Almafuerte, una empresa CET SA (que nunca apareció) pretende instalar máquinas electrónicas en el Hotel Howard Jhonson. Para ello, deberá contar con el permiso del Concejo Deliberante. En escena aparece el socio gerente de hotel, solicitando mediante nota al CD el permiso correspondiente. Los ediles oficialistas pretenden, mediante encuesta pública, la resolución del tema. La oposición aprobaría la instalación.
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LA HISTORIA POLÍTICA
En el año 2006 el Concejo Deliberante de Almafuerte aprobó una ordenanza número 1054 prohibiendo de forma tajante la instalación de tragamonedas: «Queda prohibida la instalación y explotación de los juegos denominados Bingos, Loterías, Slot machine, Lotería inglesa, Lotería electrónica, Traga monedas, Video pocker e Hípicas electrónicas, así como cualquier otro tipo de juego de azar u otro que represente para el participante un premio susceptible de apreciación pecuniaria».
Una vez más, aparece de forma oscura el trabajo del ex asesor letrado del Municipio de la gestión de ex intendente Adrián Scorza, el abogado Jorge Ispani autorizando mediante nota (10 de noviembre de 2017) que no existe prohibición sobre la instalación de tragamonedas.
Ahora, la decisión la tendrá que resolver el Concejo Deliberante, que en esta movida política los ediles oficialistas resolvieron que mediante encuesta aprobar o no la instalación de los slot. Por otra parte, los concejales opositores tendrían decidido el sí de los tragamonedas.
POR JUSTO DAGORRET / Primero hay que decir, que los beneficios para la instalación de los slot son muchos mayores que las contras. El Municipio recibiría unos 2,5 millones de pesos por mes, unas 30 fuentes laborales y un extra de turistas por el juego. El costado negativo es el miedo que puede producir la adicción al juego por parte de los vecinos/as.
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«Dicho esto, hay que destacar que la instalación de los slot es un negocio millonario (unos 13 millones de dólares), tanto como para que el que vende el hotel, como para la empresa que instalaría los tragamonedas».
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Por último, la aprobación de las máquinas denominadas Tragamonedas debería tener una discusión absolutamente pública de todos los concejales. Los malos manejos del negocio de los tragamonedas y los «guiños» políticos de la gestión del ex intendente Scorza a través de la firma del ex Letrado Jorge Ispani, torna el tema de color gris.
Las decenas de juegos electrónicos en la provincia, como en el mundo están en las principales plazas turísticas y Almafuerte si quiere seguir creciendo deberá aprobar su instalación, no hace falta encuesta alguna. Solo que los concejales decidan, para eso fueron elegidos.
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