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NOTA DE OPINIÓN / POR JUSTO DAGORRET / Los últimos acontecimientos en la empresa estatal la pusieran en el «ojo público» por sendos escapes de gases, exportación de ácido sulfúrico a Brasil y quites de colaboración/o reducción del régimen productivo por parte de los afiliados de ATE. Lo que debería ser una empresa en movimiento, se convirtió en pocos días en una con permanente conflictos.
En primer lugar, hay que decir que la empresa no tiene interlocutores válidos en los tres ejemplos nombrados arriba. La señal de este déficit es muy marcada: los tres incidentes ambientales tuvieron como explicación y/o excusas a la comunidad con sendos mensajes sin un correlato. Uno de ellos, un encargado de la planta relataba al «aire» de la radio local Fm Sol que no hubo escape de gas nitroso, refutado esa teoría a los minutos, por la autoridad de control municipal por el funcionario Dussam Alacevich.
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«Negar en público un pequeño escape es sin sentido, más cuando miles de vecinos y vecinas visualizan la nube nitrosa.»
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También hay que decir y que pasó desapercibido -por la confusión empresarial- en los incidentes ambientales, que el verdadero culpable y el iniciador del conflicto es Reolín, una subestación que depende de la Empresa Provincial de Energía de la Provincia de Córdoba (EPEC) y que dispone de un abastecimiento directo a FM de energía eléctrica.
La información brindada del seno de la Dirección y de empleados de la planta química, remarcan que Reolín cortó abruptamente unilateralmente sin aviso durante dos días la provisión de la energía eléctrica. Algo que se supone que FM debería saber de antemano del corte eléctrico, ya que es uno de sus principales clientes.
Sobre este punto esencial, ninguna de las partes intervinientes en este conflicto informaron al respecto. También es cierto, que la química debe contener estos imprevistos y tener resguardos técnicos ante un corte de energía abrupto. La respuesta a esto es una sola: se debe disponer de tecnología adecuada.
También, en esta ensalada de noticias sucede algo «desencajado de la realidad» en el medio del conflicto ambiental. Desde la Dirección de Fábrica Militar exponen a los medios de comunicación un contrato con una empresa brasilera para los meses de agosto a diciembre por el producto AS98% por 600 tn. por un monto en moneda estadounidense de 85.200 dólares. Lo que debió ser un anunció de producción, de exportación y de expansión por parte de FM se convirtió en un mensaje sin destinatarios.
Y como si esto fuera poco en tan solo 14 días del mes de agosto, empleados de la firma estatal realizan un quite de colaboración/o reducción del régimen productivo, frenada esta acción por una conciliación obligatoria decretada por el Ministerio de Trabajo de a Nación.
Por último, recordar que la especialidad de la comunicación institucional es fundamental, la falta de ello lleva a la confusión y Fábrica Militar se merece tener mejor imagen, pero para eso se debe poner en valor la comunicación.
La mejor forma de comunicar es estar cerca de la realidad y difundirla.
El ojo web menos objetivo que Clarín hablando de Cristina !