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SAN AGUSTÍN. La historia de un héroe, de un chico, de un joven oriundo de la localidad de San Agustín de tan sólo 19 años, muerto en combate y sepultado en tierras malvinenses que gracias al equipo de la Secretaría de Derechos Humanos en el Archivo Nacional de la Memoria se sabe que Ramón descansa en la tumba D.B.2.06 del cementerio de Darwin.
El ex soldado argentino, Ramón Ángel Cabrera, cayó en el combate de Darwin-Pradera del Ganso, el 28 de mayo de 1982.
Muerto en combate. Ramón, junto a su compañero Eduardo Ávila, ambos integrantes de la segunda línea de reserva del regimiento de Infantería 25 patrullaban la zona cuando le alertaron que los ingleses están muy cerca, «¡prepárense para una emboscada!
Su jefe de sección, el subteniente Juan José Gómez Centurión gritó: «¡Vamos a resistir!». Y les ordenó: «¡Abran fuego!».
Fue su última batalla, su compañero de aventura Ávila, en el libro Recuerdos de la Ausencia relató «Nos dan orden de abrir fuego y lo vi parado a Ramón y le grité que se tirara cuerpo a tierra, pero fue alcanzado por el fuego enemigo. Y lo veo morir arrodillado, bien al lado mío«.
47 chicos argentinos y 17 ingleses perdieron la vida en ese combate.
Según el portal de Infobae, Ramón fue enterrado en una fosa común, hasta que en 1982 su cuerpo fue recogido del campo de batalla por el coronel inglés Geoffrey Cardozo, quien estuvo a cargo de darles digna sepultura a todos los soldados argentinos en el cementerio de Darwin.
«Cuéntenme si todos andan bien de salud y también en el trabajo, que Dios les de suerte para seguir luchando. Cuéntenme cómo anda el pueblo, si hay algo nuevo. Cuéntenme si alguien se acuerda de mí», contó en un carta trece días antes de morir un sábado 15 de mayo de 1982, desde el suelo malvinense
El soldado Cabrera recibió la Medalla «La Nación Argentina al muerto en combate». Fue declarado «Héroe Nacional» por ley 24.950.
La guerra trajo silencio, y los restos de Ramón estabán perdidos en la fría tierra de las Islas Malvinas, en una tumba anónima, bajo una placa que rezaba Soldado argentino solo conocido por Dios.
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