___
MUNDO / CURIOSIDADES / Un estudio reveló que ahora estaría girando en sentido contrario al planeta.
Un estudio reveló que el núcleo de la Tierra, una pelota sólida ubicada a 5.100 kilómetros de profundidad y tan caliente como el Sol, dejó de rotar en la última década y ahora estaría girando en sentido contrario al planeta, situación que se repetiría «muy rápidamente» cada 70 años, según un especialista.
PUBLICIDAD
El descubrimiento de dos investigadores de la Universidad de Pekín, Yi Yang y Xiaodong Song, derriba la teoría que se pensaba hasta ahora de que el núcleo interno se movía más rápido que la superficie de la Tierra en una forma constante y hacia adelante.
«Lo que está demostrando este estudio es que el núcleo interno empezó a desacelerarse, a moverse a menor velocidad que la Tierra, se detuvo, e incluso parece que se está empezando a mover en la dirección contraria», señaló a Télam Andrés Folguera, doctor en Ciencias Geológicas e investigador principal del Conicet.
Cuando los científicos revisaron los registros de ondas sísmicas de años anteriores, detectaron que este proceso se ha repetido en el tiempo con períodos de 70 años y encontraron «observaciones sorprendentes que indican que el núcleo interno casi ha dejado de rotar en la última década», dice la investigación publicada en las últimas horas en la revista Nature Geoscience.
En diálogo con Télam, Folguera indicó que este hallazgo significa que «el núcleo frena su proceso de rotación y se invierte en lo que dura un período de vida humano, o sea muy rápidamente. No lo hace en términos geológicos de miles a millones de años».
Para entender cómo está formado el núcleo de la Tierra, el geólogo precisó que tiene dos partes: «una parte líquida, que está por debajo de los 2.900 kilómetros de profundidad, y una parte sólida, que está por debajo de los 5.100, el núcleo interno sólido. Es como si fuera una pelota líquida que rodea a una pelota sólida».
Respecto a los impactos que puede tener esta oscilación inesperada en la rotación, Folguera precisó que hay algunos efectos que no tienen «ningún tipo de implicancia» para la vida humana, como los pequeños cambios de milésimas de segundos en la longitud del día o un posible aumento nivel del mar.
Sin embargo, el científico advirtió que hay otros procesos que se derivan de este hallazgo que sí pueden tener potencialmente consecuencias para la vida en la Tierra en los próximos cientos a miles de años.
Más allá de los potenciales impactos a largo plazo, Folguera subrayó que la importancia del estudio radica en que no se conocía que la rotación del núcleo oscilaba durante períodos de 70 años: «Ahora se sabe que es una pelota loca que hace movimientos raros ahí abajo», graficó.
En este sentido, advirtió que «ahora cambia todo y el sistema se vuelve mucho más complicado, caótico y puede llegar a tener cambios que nadie predecía».