El Trabajador deshumanizado

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NOTA DE OPINIÓN / Laboral. El Trabajador deshumanizado. Por Ab. Carlos  Pajtman. M.P.10-092.

Hace tiempo que pregonamos la idea de que “sin son humanos no son recursos”, bueh …. Ahora la frasecita (vieja y renovada) es de “Capital Humano”… ahí va.

    En la sociedad necesariamente capitalista del siglo XXI, podemos entender que muchas, la gran mayoría, de las cosas tienen precio.

    Clarito, hablamos de “cosas”.

    La idea que se pretende poner en práctica “Capital Humano” tiende a confundir nuevamente los principios y los fines de la relación humana laboral. 

    Hace ya tiempo, y siguiendo a un destacado autor latinoamericano, Mario E. Ackerman, venimos repitiendo, explicando y hasta militando que las personas que trabajan, no son Recursos (no son cosas negociables).

    El lenguaje, es un mundo habitado por nosotros, las personas, y solo a través de su uso podemos vivir la realidad o la no realidad.

   Si le cambiamos de nombre a una relación, la relación no será la misma, como no es lo mismo el noviazgo, el matrimonio o el “juntados”, parecen iguales, pero no lo son, en especial desde los derechos.

 

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    Es necesario respetar el lenguaje y lo que decimos cuando decimos lo que decimos o queremos decir.

    No es lo mismo una persona que Trabaja (trabajador), que un recurso productivo. Y puede parecer extrema la interpretación, pero, no sería la primera vez que se termina olvidando que no son solo un recurso productivo, sino que somos humanos. (Ackerman). No somos el gas, la luz, la materia prima o el dinero. (aunque así nos traten y/o nos dejemos tratar. -)   

    El trabajo humano no es una “mercancía”, y así lo dice antigua doctrina social, como declaraciones internacionales sobre el trabajo.

    Pero hay que detenerse y mirar cómo funcionan ciertas situaciones y circunstancias, así será más fácil visualizar los problemas.

    En la cuestión de los trabajos a realizar, ya no es la tradicional situación que se trabaja para que los humanos estemos mejor por el producto que sale de las fábricas; en demasiadas ocasiones es al revés, se amoldan o fabrican personas para la mejor performance de las fábricas o empresas, (escuelas  pensadas para las ofertas laborales que se requerirán), sin dejar de lado el perfilado digital de los consumidores, que empiezan eligiendo productos y terminamos elegidos por los productos.

 

 

    No abro juicio, solo trato que miremos como estaría el asunto. 

    Estas variables dentro del lenguaje solo preparan un terreno para mayor deshumanización del trabajo, que ya bastante deshumano es.

    Lo del “Capital Humano”, profundiza esta ideología económica, es el humano útil a la economía, no lo que se suponía, “la economía útil al Humano”.  

    Dice el diccionario de moda, que el capital humano es una palabra de la teoría económica para hablar del grado de formación y productividad de las personas involucradas en un proceso productivo.

    Casi estaríamos a un paso de que nos digan Robots…. O ¿tal vez para la llegada masiva de robots se está preparando el lenguaje?

    Advertimos este uso inadecuado del lenguaje como prólogo a situaciones no queridas de un futuro que en lo laboral se muestra obscenamente deshumanizado.

    El problema se intensifica. Ya hay un ministerio de Capital Humano. (insisto, no juzgo, observo)

    Por otro costado, volverán, en poco tiempo, las discusiones sobre las leyes laborales… pero eso es otra historia que ya hablaremos.